Me encanta correrme dentro de tu cuerpo. ¡Se pueden hacer tantas cosas después! Es una delicia sentir el calor y la humedad de tu sexo envolviendo el mío en el momento de eyacular en tu coño. Adoro sentir como te inundo la vagina primero para después descansar sobre tu cuerpo con mi polla introducida en tu interior. Ahora podemos jugar de varias maneras.
Puedo sacar mi verga y contemplar como el líquido fluye hacía afuera, goteando por la abertura dilatada. Mi lengua se encargará de que nada caiga sobre las sábanas.
O puedes ponerte en pie sobre la cama, las piernas separadas, tapándote el chocho cerrado y descubriéndolo cuando apuntes con tu raja sobre mi boca abierta para regalarme mi propio néctar, goteando directamente del interior de tu cuerpo para que me lo trague.
O puedes meter tu dedo dentro, pringarlo con mi líquido pegajoso, mezclarlo con los tuyos y restregármelo por los labios para que lo chupe.
También puedo correrme dentro de tu boca. Después puedes besarme y darme mi propia leche directamente de tus labios cálidos, generosos y húmedos.
¿O prefieres devolverlo a su fuente de origen? Puedes inclinarte sobre mi polla recién ordeñada por tus labios y dejar resbalar el líquido espeso sobre ella, escupiendo lentamente, envolviéndome la pija con una cálida capa viscosa de semen y saliva. Recúbrela entera, deja que chorree y que me empape los huevos; que se deslice la mezcla por mi entrepierna. Lubrícame bien, pues quiero volver a llenarte por dentro.
Me gusta, me gusta mucho porque es muy, muy, muy... Muy, eso es.
ResponderEliminarSe expresa usted muy, muy, muy... Muy, eso es.
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