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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Muy fuerte



—¿…?
—¡Te lo juro tía! Yo creí que me moría.
—…
—Sí, sí, sí: las braguitas de Damaris,  picardias de Carine Gilson y bustier de Huit, así como te lo cuento, tía…
—¿…?
—Claro, tía. Yo estaba super ideal de la muerte, con todos esos trapitos tan supersupersuper eróticos que de sólo ponérmelos se me hacía agua el chichi…
—¿…?
—Claro, tía. Esa mañana estuve con la “esteti” y me dejó el chichi peladito, peladito; y el culito también. ¡Oig!, nada de pelos ordinarios allí abajo, P.O.R.F.A.V.O.R, tía;  además me puse gotitas de Chanel y todo. Lo tenía muy suavecito y divino…
—¿…!
—No, no, no, no, nooooo… Tía, estas muy out. No te enteras, tía. Todo esto fue el día siguiente de la avería….
—¿…?
—Aiiiiiins… Jopetas coletas, no te enteras. Te lo repeat everything desde el principio: el día anterior se le fundió un fusible a la cosa esa redonda por dónde se van las aguas de los platos, no sé como se llama porque sólo lo usa la proletaria que limpia la casa…
—…
—¿Fregadero? ¿En serio? Qué fuerte tía ¿De verdad la cosa esa se llama así? Qué fuerte, vaya nombre más proletario, tía. Debería llamarse waterloquesea, ¿no? Pues parece que a esa cosa se le rompió un fusible o algo de eso porque el agua no se iba y se quedó estancada…
—…
—Sí, tía. Muy fuerte. Yo me moría mucho porque O.L.Í.A.M.U.Y.M.A.L, tía.
—¿…?
—Sí, tía. O sea, tía: papi y mami están Mónaco y los del servicio de casa libraban ese día para descansar ¿te lo puedes creer, tía? ¿Por qué tienen que descansar? No lo entiendo tía, pero si ya duermen por la noche ¿no? No sé, tía.
—¡...!
—¡Te lo juro! Yo sola con ese O.L.O.R. me moría. No sé de dónde saqué el valor, pero al final llamé a esos sitios de proletarios dónde te arreglan cosas, tía. ¡Fue muy hard! O sea. ¿Qué idioma hablan, tía? ¡No entendía nothing!
—¡…!
—¡Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte! O sea, tía: yo talking que talking con la proletaria del teléfono y no me entendía N.O.T.H.I.N.G. O sea, tía: yo repeat y repeat una y otra vez y ella tuvo que ponerme con otro proletario más listo para que pudieran mandarme un worker a casa..
—¿…!
—¡Claro tía! Ese fue el proletario que vino, tía. Qué super fuerte; osea, tía: yo me esperaba a uno pobre, de esos bajitos con pelos y… (¡puag!)... B.A.R.R.I.G.A, y me encuentro con un ¡¡S.U.P.E.R.S.E.X.M.A.N.!!
¿¿¡¡…!!??
—¡Síííííí! Tía, tía, tía. Muy fuerte, tía, o sea: lo menos de dos metros, cachas, culo divino, fuerte, dientes blanquísimos, morenazo… de todo, tía, tenía de todo:  G.U.A.P.Í.S.I.M.O. Very hard, very hard, tía. Yo me lo quería comer allí mismo, tía.
—…
—No, tía. El macizo no sabía cambiar el fusible al fregadero y me D.E.J.Ó con el chichi mojadito, me dijo que vendría el next day con cosas de esas que usan los workers, no sé…
—…
—Sí, herramientas de esas, no sé... Pues eso tía: que fue muy hard porque se me quedó el chichi very exciting pensando en que ese worker cachas vendría al día siguiente, o sea, el next day, y yo me P.R.E.P.A.R.É. toda, toda, toda para hacer a lot of sex con él.
—¿…?
—Sí, tía, yo te lo digo: al día siguiente abrí la puerta así vestida, con los trapitos superideales, toda perfumada y very exciting para recibir al proletario guaperas y en su lugar me encuentro en la entrada de casa… ¡A UN CLON DEL PUTO MARIO BROS! ¡Tía, tía, tía! Me quería M.O.R.I.R allí mismo.
—¿¡…?!
—Nooooooo… Tía: el cachas guaperas no pudo venir y mandaron a este worker superfeo, tía. Un horror, o sea: el puto clon del Mario Bros: enano, gordito, con bigote, vestido con un mono azul y con un ¡palillo en los dientes! ¡Unbelievable! Yo me quería morir con sólo ver ese palillo de dientes, tía. Qué hard, tía.
—¿…?
—¡Sí, tía! El Mario Bros no me quitaba los ojos de mis tetas de dosmil euros porque se me transparentaba todo, todo, todo… Era algo asqueroso, tía: me miraba, se rascaba sus partes, se metía el palillo en los dientes y se tocaba el bigote….aaaaaagggggggghhhhhh qué asco, tía.
—¡…?
—Sí, sí, sí… lo de abajo también. Yo tenía mi chichi peladito allí, very exciting y very exposed entre los encajes súpereróticos y el proletario feo me miraba muy S.U.C.I.O, tía.
—¿…?
—Pues tía, me armé de valor y le dejé que entrase; le tuve que explicar lo del fusible a lot de veces porque no me entendía ¿What happens con estos proletarios, tía? Lo dejé allí para que hiciera sus cosas de worker y me largué para taparme el body y que no me mirase más…
—…
—¡No me dío tiempo, tía! No pude ponerme otra cosa porque el worker feo me preguntó por E.L.B.A.Ñ.O… ¡Qué fuerte! O sea: el gordito quería usar el baño y yo de pensarlo me moría de A.S.C.O. ¿Cómo iba a dejar que usase mi baño?
—¡…?
—Sí tía, lo hice. Le dije dónde estaba y el se metió dentro… ¡Y no cerró la puerta! Qué fuerte tía.
—…
—Claro tía. Yo me moría pensando que iba a mancharlo todo y fui a decirle que levantase la tapa del wc…
 —¡¿…?!
—¡No! ¡No estaba haciendo pis! Tía, te lo juro que me moría cuando vi que se la estaba M.E.N.E.A.N.D.O, tía. Qué fuerte, o sea: el Mario Bros se estaba haciendo una paja proletaria en mi baño de Grimoire Bessans de medio millón de euros. ¡Super mega hard, tía!
¡¡¡…!!!
—No, tía. Yo me quedé sin habla del asco que me entró. Fue muy pero que muy hard… hasta que vi su C.O.S.A.
—¿…!
Sí, tía. Era algo super fuerte y no me lo podía creer: le medía por lo menos dos kilómetros de largo y uno de ancho. ¡Tía! ¡El puto Mario Bros tenía una polla más grande que Nacho Vidal!
—¡¡…!!
—Te lo juro, tía. Yo tampoco me lo creía y entré para verla mejor. Tía, el worker era superfeo: tenía P.E.L.O.S. en la barriga y en el culo, tía. ¡Pero qué pedazo de polla!
—¿…?
—Sí, sí, sí. Me dejó que se la tocase tía. Era super dura y super gorda, tía. Olía mucho a pobre, pero tenía muchas venas y estaba muy caliente…
—¡¡…??
—Claro tía, o sea: el tío era very ugly y very enano y tuve que agacharme para poder tocarle su superpolla y mis tetis se salieron fuera del brasier porque me pesan a very lot. Ya sabes que me las puse super grandes, tía.
—…
—No, tía. El worker me las agarró tan rápido que no me dio tiempo ni de quejarme, tía. Yo le tenía agarrada esa superpolla y el Mario Bros se puso a chupar very exciting mis megatetas y su B.I.G.O.T.E me hacía cosquillas, tía. ¡Qué hard!
—¿¡…!?
—¡No lo sé, tía! O sea: yo tenía ese pedazo de superpolla en la mano y la sentía supertiesa y supercaliente, tía. O sea, tía: la tendrías que ver porque era algo Unbelievable, con todo ese supercipote gordísimo y colorado, megaduro y ultratieso. ¡Tía! ¡No podía cerrar mis dedos alrededor de lo supergorda que era!
—¡…?
—Sí, tía. Me la metí en la boca, tía. No sé como fue, tía…
—¿…?
—No, tía. No me entraba toda, o sea: Me entraba el supercapullo, pero tenía que abrir mucho la boca para poder meterme el resto y lo dejé, tía. Pero luego probé a ver si me entraba en el chichi, tía. O sea: yo tenía esa megapija toda dura en casa y no sabía si volvería el worker otra vez, tía. ¿Lo entiendes, tía?
—¿…?
—Claro, tía. Me la metí allí mismo, of course, o sea: El tipo era superenano y me tuve que poner a cuatro patas on the floor para que me la metiese en mi coñito like a doggy, tía…
—¿…?
—No sé, tía. No sé como fue, porque él era un proletario pobre, enano, gordo y peludo, tía; pero su megapolla era tan very exciting que se me mojó todo el coño desde las rodillas hasta las tetas y al final entró ALL IN. Fue muy hard… Oye tía, ¿qué es ese chapoteo que se escucha en el background, tía?
—…
—Jo tía, eres supercerda tía. Yo aquí contándote a lot of problems y tú haciéndote un finger  a mi costa, o sea: me parece M.U.Y.F.U.E.R.T.E.